Jaume Roures, en una comparecencia pública
Jaume Roures
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Utilizar la palabra "desvinculado" para referirse a quien deja una empresa es la prueba más clara e indisimulada de que la salida no ha sido amistosa. Los departamentos de personal, de hecho, suelen usar el término como sinónimo de despido, como ha hecho Mediapro para informar de que Jaume Roures ha dejado de formar parte de la casa.
La insistencia de Tatxo Benet, el único de los tres fundadores que sigue en la compañía, en sugerir algo así como que aquí no ha pasado nada para adornar el abandono del magnate y activista catalán no ha hecho sino subrayar lo traumático del despido que ha ordenado el acionista mayoritario, Southwind Media, que es una marca de la financiera china Orient Hontai.
Loa ejecutivos chinos se han convertido al final en la horma del zapato de un personaje sumamente agresivo en el ámbito comercial, jurídico --siempre trata de acallar a sus críticos con demandas--, político --se autodine como troskista-- y personal. El viernes se brindó con champán en unos cuantos despachos de Barcelona.
