La secretaria general de ERC, Marta Rovira, en declaraciones a los medios.
Marta Rovira
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El independentismo radical se lo está poniendo difícil a Pedro Sánchez (PSOE) a pesar de su disposición a ceder a sus exigencias para ser investido presidente del Gobierno. No contentos con la posibilidad de obtener una amnistía para los dirigentes y encausados por el procés, algo de más que dudoso encaje en la Constitución española, ahora sus líderes se empeñan en redoblar su apuesta reclamando, además, un referéndum de "autodeterminación" en Cataluña. Otra exigencia también extemporánea en cualquier democracia europea.
Los últimos en repetir esta consigna en las últimas horas han sido la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y la número dos de ERC, Marta Rovira, fugada en Suiza, y de quien la Guardia Civil sospecha que se encontraría presuntamente entre los organizadores de Tsunami Democràtic. Pedro Sánchez debería tomar buena nota ante tantas y tan preocupantes muestras de irredentismo. Sus cesiones, más que apaciguar a los nacionalistas, los están enardeciendo.
