A Josep Lluis Alay solo le ha faltado decir que Jenni Hermoso se merecía el acoso de Luis Rubiales por lucir la camiseta de la selección española. El hombre de confianza de Carles Puigdemont ha puesto el foco sobre las víctimas, algo ya de por sí atroz en este tipo de abusos. Pero es que, además, el activista independentista atribuye lo ocurrido a la decisión de las jugadoras de formar parte de la selección, en un retorcido intento de politizar el asunto. Lamentable

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