Fluidra ha expuesto un singularmente ilustrativo ejemplo de que los mercados valoran, por encima de todo, la transparencia. La compañía se ha disparado más de un 10% en bolsa pese a que los resultados semestrales que ha comunicado siguen reflejando los efectos del complejo escenario macro en el que se mueve. Fluidra ha vuelto a ajustar levemente a la baja sus guías para el conjunto del año, en un ejercicio de prudencia que, a la vista está, ha sido muy bien acogido por los inversores, hasta el punto de situar al valor en sus máximos de los últimos 13 meses.

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