Seat ha reafirmado contundentemente su presencia en Cataluña con el importante proyecto anunciado ayer por su director general, Wayne Griffiths. La planta de montaje de baterías proyectada junto a la fábrica de Martorell asegura la continuidad industrial de la empresa, a la vez que supone otro paso en la transición hacia el coche eléctrico de la histórica marca de automoción.

Pero, sobre todo, es una señal enviada a la Administración, a la plantilla y al conjunto de la sociedad de que Seat quiere seguir jugando un papel capital en la economía catalana.

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