Anne Bouverot
Por encima de mensajes bienintencionados, el lenguaje que mejor entiende el mercado es el de los hechos. Bajo esta premisa, es difícil encontrar un mayor gesto de confianza hacia una compañía y a su equipo directivo que apostar por ella con el patrimonio personal. Es justamente lo que ha hecho Anne Bouverot, poco más de dos meses después de ser nombrada presidenta no ejecutiva de Cellnex y tras apenas diez días de estrenar el cargo en una junta de accionistas.
La directiva francesa ha invertido casi la mitad de los emolumentos que percibirá por su desempeño en la compañía en 2023. A lo significativa que resulta por sí misma la decisión, cabe añadir que no es precisamente una práctica habitual entre los consejeros de las empresas del Ibex.