Natàlia Mas

El mismo empresariado que apostó por Pere Aragonès empieza a mostrar preocupación por el hecho de que el president haya colocado "malos gestores" en el Palau de la Generalitat. Seguramente no es el caso de Natàlia Mas, que ha trabajado en China, en el BCE, en el Banco Mundial y en el Sabadell antes de fichar por el Ejecutivo autonómico como consellera de Economía.

Sin embargo, Mas sorprendió ayer diciendo que no se cree que Cataluña sufriera una fuga de empresas durante el procés. Lo cual es un grave error, no sólo por negar la realidad, sino por elegir además el peor lugar para hacerlo: las jornadas del Círculo de Economía, donde pugnaba con Alberto Núñez Feijóo y Nadia Calviño por vender gestión y solvencia ante una élite económica catalana que se decantó por el gallego.

La consellera logró todo lo contrario de lo que pretendía: será recordada por un patinazo que lo único que consiguió fue restarle credibilidad, e inquietar aún más a los empresarios.