Para no creer en la justicia española por considerar que forma parte de un Estado "represor", la verdad es que Laura Borràs está recurriendo mucho a ella. En el sentido literal de la palabra. La presidenta suspendida del Parlament catalán, condenada por fraccionar contratos --esto es, por delitos relacionados con la corrupción-- ha recurrido finalmente su sentencia ante el Tribunal Supremo.