La Generalitat de Cataluña devalúa su Creu de Sant Jordi al incluir entre los galardonados de este año a Jordi Cuixart, empresario condenado por ser uno de los impulsores del procés independentista.

Que el gobierno presidido por Pere Aragonès equipare a este indultado por el referéndum ilegal del 1-O con personas tan influyentes como Vicky Bernadet, luchadora contra el abuso sexual infantil, resulta casi obsceno.