El director de la Agencia Catalana del Agua (ACA) se ha lucido. En una entrevista televisiva, Samuel Reyes reconoció ayer que no se ha actuado con suficiente previsión para combatir la sequía que asola Cataluña. Además, echó balones fuera responsabilizado a municipios y, en línea con la consejera de Acción Climática de la Generalitat, a otras entidades de gestión del agua.
Una actitud negligente que Reyes exhibe sin tapujos ahora que la situación se ha vuelto crítica: el Govern ya ha aprobado el escenario de excepcionalidad por las bajas reservas hídricas. No se puede ser tan frívolo con un recurso tan preciado como el agua.