La Agencia Catalana del Consumo llega tarde a la lucha contra la exclusión financiera de las personas mayores. El organismo dirigido por Francesc Sutrias acierta al reclamar a la banca más sensibilidad con sus clientes sin habilidades digitales, pero debería de haber actuado cuando estalló la polémica hace medio año. Además, podría haber hecho algo más que calcar las propuestas que la patronal bancaria ya presentó en febrero.