Silvia Caballol ha roto su silencio y se defiende de todas las críticas recibidas tras salir a la luz su romance con el obispo emérito de Solsona, Xavier Novell. Está en su derecho, obvio. El problema es que, en su último mensaje (dirigido a Pilar Rahola), trata de desmentir que su ya marido sea homófobo por tratar de reorientar a personas homosexuales. Apelando a su profesión de psicóloga asevera que "si alguien que lleva años sientiendo atracción por el mismo sexo y de pronto no es feliz y duda sobre su orientación sexual y sobre el origen de la misma", lo tiene dificil para encontrar ayuda. "¿A dónde va entonces?", se pregunta. Como psicóloga debería saber que, si alguien tiene una "crisis de orientación sexual", como ella lo llama, o tiene conflictos con ello la psicología puede ayudarlo a ver de dónde viene ese sentimiento. No para "curarse" como plantea el ya exobispo, sino para que pueda ser feliz. Flaco favor le hace a su profesión con mensajes y cuestiones como esta.