El Parlament vivirá este jueves una jornada de mínimos con una veintena de diputados convocados, ya que la actividad política ordinaria ha entrado en vacaciones. Sin embargo, su relevancia al abordarse la previsible suspensión de Laura Borràs como presidenta de la Cámara por la apertura de juicio oral contra ella por un presunto caso corrupción hace prever una sesión tensa y agitada. Sobre todo, a la entrada y salida del recinto, puesto que un grupo de seguidores de la dirigente de JxCat ya han anunciado que se manifestarán ante el Parlament para protestar contra su relevo, por lo que debería reforzarse el dispositivo de seguridad actual. Más aún si se tienen en cuenta algunos precedentes de movilizaciones secesionistas en los últimos años, y en ese mismo lugar.