El grave incendio que afecta desde el pasado fin de semana a la Cataluña central ha vuelto a poner en evidencia la alarmante frivolidad de uno de los más polémicos altos cargos de la Generalitat. Se trata de Josep Lluís Alay, jefe de la oficina del prófugo Carles Puigdemont que, ante una fotografía del fuego devorando el bosque en el Bages, hizo este incalificable comentario en sus redes sociales: "La estelada en el horizonte", refiriéndose así a una bandera separatista que atisbó a lo lejos.
Lo peor del caso es que llueve sobre mojado, pues no es la primera vez que el ultranacionalismo de Alay deja al descubierto su ausencia de empatía ante catástrofes y problemas que afectan a la ciudadanía. Sin ir más lejos, el mes pasado se quejó de la colaboración de la Guardia Civil en la lucha contra los incendios que afectaron a 200 municipios catalanes, calificándolo como un acto de "ocupación". Y a principios de año, criticó a TV3 por informar del volcán de La Palma por no ubicarse en territorio catalán, con comentarios como "¡basta de volcán!". Incomprensiblemente, tras salidas de tono como estas --y de sus contactos en Rusia en el pasado, admitidos por él mismo en la televisión pública catalana--, Alay continúa ocupando un cargo de alta responsabilidad en la Generalitat remunerado con más de 105.000 euros anuales.