La prisión de Puig de les Basses, en Figueres (Girona) registra cinco agresiones graves a funcionarios en apenas dos semanas. La última ocurrió el sábado, cuando un preso arrancó parte del cuello de un mordisco a uno de los trabajadores. En todos los casos, los agresores tenían antecedentes psiquiátricos. Óscar, delegado sindical de UGT en la prisión, denuncia que, a pesar del elevado porcentaje de presos con este perfil, el departamento de psiquiatría del centro penitenciario permanece cerrado desde su inauguración por falta de "recursos y voluntad" de la Consejería de Justícia.
Tras 160 agresiones graves solo durante los cuatro primeros meses del año, solicitan a Lourdes Ciuró que tome medidas urgentes para frenar la oleada de violencia en las cárceles catalanas.