El Departamento catalán de Salud, que comanda Josep Maria Argimon (JxCat), ha anunciado una auditoría del contrato externalizado a Ferrovial para rastrear casos de coronavirus en Cataluña. La iniciativa es loable, pero llega tarde y tras un sonoro revés de la Sindicatura de Cuentas a la adjudicación. Ha detectado sobrepagos de 1,5 millones. En la gestión pública, como en el resto de la política, el tiempo también cuenta.