Ester Sarcedo
Era una investigación muy complicada. La salvaje agresión sexual sufrida por una chica de 16 años en Igualada no tenía testigos y las pocas cámaras de seguridad de la zona captaron imágenes de escasa nitidez. La policía ni siquiera contaba con el relato de la víctima, que apenas recuerda nada de aquella fatídica noche de noviembre. Sin embargo, la Unidad Central de Agresiones Sexuales de los Mossos d’Esquadra, estrenada en plena pandemia y dirigida por la inspectora Ester Sarcedo, ha resuelto con discreción este tremendo rompecabezas de manera brillante en menos de seis meses para alivio de la familia y de la sociedad. Para ello, ha usado todas las herramientas que tenía a su alcance, y cuyos resultados han dado con el único sospechoso de la violación, que tiene antecedentes.