Ignacio Galán
Iberdrola ha vuelto a hacer historia, en este caso en el ámbito bursátil, al destronar a Inditex como compañía española cotizada de mayor capitalización. Tras casi una década ininterrumpida de liderazgo por parte del gigante textil, cuyo tamaño llegó casi a triplicar el de la eléctrica, Iberdrola se ha encaramado a lo más alto del podio gracias a la firmeza mostrada por sus títulos en un trimestre muy complicado por la elevada volatilidad. La incertidumbre ocasionada por la invasión rusa de Ucrania y la disparada inflación, especialmente en lo que se refiere a las materias primas, ha hecho mella en Inditex, hasta el punto de hacerle perder casi un tercio de su capitalización desde que comenzó el año.
No obstante, la clave del relevo viene de más atrás y se debe a la trayectoria alcista de Iberdrola en el desarrollo de sus negocios. La ambiciosa apuesta por las energías renovables, hace ya más de 20 años, cuando prácticamente nadie creía en este tipo de tecnologías, que ha marcado la gestión de su presidente, Ignacio Galán, ha terminado por convertir al grupo en un referente mundial en el siempre complejo ámbito energético.
Con programas de inversión de 75.000 millones de euros hasta 2025, que pretende doblar hasta 2030, y con objetivos de beneficios que se revisan al alza prácticamente cada año, Iberdrola ha logrado convencer a inversores de todo el mundo. Y la prueba está en la resiliencia que ha mostrado en los últimos años, tan complejos por circunstancias como la pandemia, el entorno regulatorio y, ahora, un nuevo conflicto bélico en suelo europeo que casi nadie esperaba. Iberdrola está aún lejos de sus cotizaciones más altas. Aún así, está valorada en casi 64.000 millones de euros y ninguna otra alcanza tales cotas. En los últimos tres años, en los que el Ibex 35 pierde cerca de un 10%, la eléctrica se ha revalorizado un 36%. Las casualidades no existen en bolsa. Y menos, a tan largo plazo.