Rafael Ribó
En los últimos meses se han oído argumentos de todo tipo por parte de los nacionalistas en contra de la aplicación de las sentencias que ordenan impartir el 25% de las clases en castellano en las escuelas catalanas. Sin embargo, lo del Síndic de Greuges sobrepasa todos los límites.
La oficina dirigida por Rafael Ribó ha presentado un informe basado en una encuesta en el que asegura que ya se utiliza suficientemente la lengua española en los colegios, y para justificar esa conclusión ha sumado el tiempo estimado en el que los alumnos hablan en castellano entre sí en las aulas, así como el que utilizan ese idioma en el patio y en el comedor.
Según los cálculos del Síndic, si se valoran todos esos conceptos (además de las pocas clases que se dan en español --que en el informe cuantifican en base a la encuesta y no a datos oficiales, pese a que los hay--), esta lengua prácticamente se emplea un tercio del tiempo que los niños están en las escuelas, por tanto, en su docta opinión, no es conveniente dar ninguna clase más en castellano.
La inquina de Ribó contra el bilingüismo escolar (en general) y contra los castellanohablantes (en particular) pasará a la historia como uno de los ejemplos más insólitos de odio por motivos étnico-lingüísticos en Cataluña.