Juan Roig
Mercadona ha anunciado que elevará un 6,5% el salario de toda su plantilla para evitar que los más de 93.000 empleados con los que cuenta en toda España pierdan poder adquisitivo como consecuencia de la elevada inflación registrada en 2021. Una medida rompedora, que no encuentra apenas parangón en el resto de la gran empresa del país pero que está lejos de ser una acción aislada y, como se diría coloquialmente, “de cara a la galería”.
Porque la decisión adoptada por el comité de dirección de la compañía que preside su accionista mayoritario, Juan Roig, viene a sumarse a muchas otras dirigidas a la fidelización y el bienestar de la plantilla. Algo que comenzó hace más de dos décadas con el firme y noble propósito de promover los contratos fijos para todos los trabajadores del grupo, que también disfrutan de estímulos como las subidas progresivas y automáticas de sueldos por criterios de antigüedad y beneficios sociales relacionados con las diferentes circunstancias familiares.
No es de extrañar la existencia de la idea generalizada de que los trabajadores de Mercadona son los que disfrutan de mejores condiciones de todo el sector. Algo que Roig ha demostrado que no es incompatible con la rentabilidad, toda vez que la compañía mejora año a año sus resultados. El empresario valenciano, probablemente el más apreciado de España junto a Amancio Ortega, hace buena la idea de que cuanto más contento acuda el empleado a su puesto, mayor será su productividad.