La Generalitat antepuso la vacunación de los mossos y los policías locales a la del resto de fuerzas de seguridad del Estado destinadas en Cataluña. Dicho de otro modo, el Departamento de Salud, que entonces pilotaba Alba Vergés, discriminó a policías nacionales y guardias civiles en la primera etapa de la inmunización por una cuestión ideológica. Por sus hechos los conocerán, y esto solo tiene un nombre.