El movimiento vecinal de Sitges se ha erigido de nuevo contra los rumores de reapertura de la discoteca Atlántida, que aspira a operar ahora como beach club. El malestar es tal que el ayuntamiento de la localidad ha tenido que salir al paso para asegurar que el proyecto es incompatible con la normativa vigente, aunque su mensaje no tranquiliza del todo a la población.
Tras estos movimientos está el empresario del ocio nocturno Martín Ferrer, dueño y propietario de la discoteca Amnesia en Ibiza y el promotor de la reforma de la discoteca que incumplía la ley de costas. Busca la mejor alternativa para sacar partida al proyecto, pero las normas están para cumplirlas. Y reabrir de nuevo a la torera no sería el mejor camino. Sobre todo, si se tiene en cuenta que en el pasado ya ha tenido problemas con la justicia, ya que fue acusado de blanqueo de capitales.