Elisenda Paluzie
¿Usted es boba o solo lo aparenta?
Cada vez que aparece en TV3 Elisenda Paluzie, mandamás de la ANC, con esa cara de permanente estupor (o de acabar de caerse del guindo, como prefieran), yo me quedo enganchado a la pantalla esperando que suelte una de sus tradicionales gansadas. Y nunca me defrauda: la tonta del bote del independentismo catalán --que, aunque no lo parezca, es una mujer con estudios (que no le han servido de gran cosa)-- suelta siempre unas sandeces de campeonato, un poco en la línea de las de Jordi Cuixart, alias el Tío del Mullet, pero sin el componente místico-majareta que distingue las alocuciones de ese fanático al que le encanta hacerse la buena persona (tendencia compartida con el beato Junqueras, otro que tal baila). En sus respectivos delirios, el Tío del Mullet y el Beato conservan cierto contacto con la realidad, concepto que a la señora Paluzie se le escapa por completo: como se acerca el aquelarre anual del 11 de septiembre, la buena señora ya va repartiendo consignas, que esta vez se centran en una realmente absurda que consiste en decirle al gobiernillo que ya puede irse poniendo las pilas con lo de la independencia y lo de obedecer el supuesto mandato popular del 1 de octubre. Este año ni se ha acordado de poner de vuelta y media al Gobierno central (si es que se ha dado cuenta de que existe, cosa que no puede afirmarse de manera taxativa, ya que ella vive en su mundo de luz y de color), y se ha centrado en recordarles a sus compadres separatistas en el poder que tienen que darse prisa en declarar la independencia, jolines, que ella ya está harta de esperar el santo advenimiento de la república catalana.
Tampoco ha tenido ni una palabra de apoyo para los presos indultados por el ladino Sánchez: si quieren sumarse al pesebre de este año, bienvenidos sean, pero que no esperen favoritismos. Ha destacado, eso sí, la benemérita actividad de Quim Torra y unos pocos más, gente que se distingue, como ella, por vivir en la inopia y creer que la independencia de Cataluña llega como por arte de magia si la deseas fervientemente y no te pasas por el forro los mandatos populares que pueblan tu imaginación calenturienta.
En el caso, altamente improbable, de que me pusieran delante a la señora Paluzie, creo que me vería obligado a hacerle unas preguntitas que, de hecho, podrían resumirse en una: “¿Usted es boba o solo lo aparenta, señora?”. Y es que esta irritante mujer parece no ser consciente de cómo terminó lo del mandato popular y cómo volvería a terminar la aventura en caso de repetirla con la misma torpeza que la primera vez. Es decir: ¿en qué mundo vive? El niño barbudo que tenemos en la Generalitat declararía la independencia mañana mismo si de él dependiera. Igual que el beato Junqueras o el Tío del Mullet. Pero los tres, pese a su fanatismo y sus iluminaciones, han acabado dándose cuenta de cómo está el patio. ¡Elisenda no! Ella sigue a lo suyo, dale que te pego, repitiendo el rollo cansino de siempre y vendiendo camisetas que ya empiezan a constituir una notable colección de objetos inútiles.
Aún faltan unos días para el show arrevistado del 11 de septiembre, que este año se prevé de dimensiones modestas entre el coronavirus y lo hasta las narices que, previsiblemente, están los presuntos participantes. Eso quiere decir que podremos disfrutar de algunas apariciones gloriosas más de la señora Paluzie en TV3. No me las pienso perder y las voy a analizar a fondo para ver si consigo desentrañar ese misterio que me atormenta desde hace tiempo: ¿esta mujer es boba de baba o solo se lo hace por motivos que no alcanzo a columbrar?