César González-Bueno
Los resultados de Banco Sabadell correspondientes al primer semestre han causado una positiva sensación en el mercado, que ha premiado a la entidad con una subida del 3%, que por momentos durante la sesión llegó a superar el 7%. Los inversores valoran el proceso de recuperación de una entidad cuya situación en mitad de la pandemia causaba más que incertidumbre en el sector financiero. Pero de la mano de su nuevo consejero delegado, César González-Bueno, y el plan que ha diseñado para el medio plazo, la entidad comienza a asomar la cabeza.
El cambio de rumbo significó poner una pausa necesaria y replantear cuestiones como el futuro de la filial británica TSB, cuyos peores momentos han sido ya absorbidos por Banco Sabadell, con lo que la lógica invita a pensar que no debería perderse a partir de aquí los que no pueden ser ya tan malos. La apuesta por la vuelta al dividendo y la firmeza con la que González-Bueno habló sobre el diálogo con el BCE, con las pruebas de estrés de fondo, llevan a pensar que el supervisor no pondrá problemas para ejecutar ese pay-out del 30% propuesto por el consejo. Al fin, motivos para volver a sonreir.