Josep Maria Argimon
El Govern ha reconocido de forma pública que dispone de dosis suficientes para inmunizar del Covid a los catalanes de 60 años en adelante. Esta afirmación es una forma de reconocer que los independentistas metieron la pata hasta el fondo con la lamentable campaña contra los efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional destinados en el territorio. Por dos veces. Primera, por negarles la vacuna por una decisión que, como se ha visto, es política. Y la segunda, por el deplorable anuncio de que las dosis de la fórmula de Moderna que les tenía que inocular dejarían sin cobertura a la población más anciana tras unas cautelares del TSJC que les obligaban a cambiar de proceder.
Después de esta afirmación, lo que queda es que el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, pida perdón. Como aseguró, diciendo que no hacía distinciones, que le importaba un pito a qué trabajadores esenciales se destinaba la vacuna, seguro que no tiene reparos en resarcir a las fuerzas de seguridad del Estado. ¿O sí?