Junts per Catalunya (JxCat) debería revisar el perfil de sus candidatos y decidir si le conviene contar entre ellos a personajes tan tóxicos como el agente de los Mossos d'Esquadra Albert Donaire, que aspira a ocupar un cargo público con el único mérito de sembrar el odio en las redes sociales. Sus credenciales incluyen formar parte de Demòcrates, un partido saltamontes de la política, cuyos dirigentes están abonados al supremacismo.
Donaire dice que la delincuencia es cosa de castellanohablantes, así, sin tapujos. Flaco favor para la pretendida transversalidad del partido de Carles Puigdemont.