El jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, está mostrando mucho mejor talante que su predecesor al frente del cuerpo de seguridad de Barcelona. No obstante, el efectivo policial no acaba de resolver el conflicto de la Meridiana, que ayer cumplió 136 días seguidos de cortes independentistas.

Ante la violencia que impera en la protesta, el mando policial debería cuadrarse y exigir a los políticos que se pueda, si no restablecer el orden público, proteger a los 3.000 agentes que están bajo su responsabilidad. Antes de que ocurran males mayores.