Carles Puigdemont
El expresidente de la Generalitat vuelve a incurrir en una de las contradicciones que más le descalifican. Sostiene que ha tomado el camino del exilio para mantener su campaña de internacionalización del proceso de independencia de Cataluña y para denunciar la situación no democrática de España. Para esta segunda labor no para de poner a caldo perejil a todo el sistema judicial español. Sin embargo, cuando le conviene se acoge a los tribunales de ese Estado no democrático que él vilependia día sí y día también. Acaba de hacerlo recurriendo al Tribunal Constitucional. Y, además, lo ha hecho para enconar aún más la lucha fraticida contra ERC, el partido que fue su socio de Gobierno y que aún lo es del PDeCAT, el partido en el que el propio Puigdemont milita.