El 'conseller' de Sanidad, Antoni Comín (d), junto al presidente de la Sociedad Europea de Cardiología, Jeroen Bax (i), de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (2d) y de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat (2i), en la presentación del congreso anual

El 'conseller' de Sanidad, Antoni Comín (d), junto al presidente de la Sociedad Europea de Cardiología, Jeroen Bax (i), de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (2d) y de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat (2i), en la presentación del congreso anual

En voz baja

Comín, el WhatsApp y su protagonismo

30 agosto, 2017 09:43

El consejero de Salud del Gobierno de la Generalitat, Antoni Comin, está encantado de haberse conocido. Para el máximo responsable de la sanidad pública catalana, la atención a los heridos tras el atentado fue modélica gracias a las medidas que arbitró su departamento. Lo dice como si el sistema de urgencias se hubiera activado con su llegada a la consejería y que los médicos de urgencias no tuvieran la experiencia necesaria, ni supieran qué hacer sin su dirección política.

Su egolatría y narcisismo ha dado un paso más. Los directores de urgencias de los hospitales catalanes comparten un grupo de mensajería para intercambiar experiencias e inquietudes. Tras el atentado del 17, Comín se ha apuntado a este grupo ante la estupefacción de los profesionales, que no dan crédito al desmesurado protagonismo del consejero. Ahora el grupo apenas cuenta con actividad porque tiene un miembro no deseado.