Los huevos del PSC
El PSC ha salvado un año más la Festa de la rosa. Desde el viernes, la Pineda de Gavà, como todo el litoral catalán, recibió agua de forma torrencial. Que el acto central del socialismo catalán se pudiera celebrar corría serio peligro. Sin embargo, solo una vez la Festa de la rosa no se celebró por las tormentas. El candidato entonces era Joaquín Almunia. El motivo del desaguisado: que no se llevaron tres docenas de huevos al convento de las monjas Clarisas del Tibidabo.
Josep Maria Sala impuso esta creencia en la meteorología popular –las novias siempre llevan los huevos para evitar males mayores en sus bodas— desde sus tiempos en la secretaría de organización del PSC. Ha funcionado desde que se empezó a celebrar, casi 40 años. Este año subió raudo con los huevos Oscar Saldaña, del equipo de colaboradores de Salvador Illa. El éxito, apabullante. Dejó de llover desde primera hora de la mañana, salió el sol y los miles de personas asistentes pudieron disfrutar de un día de confraternidad alrededor de paellas, barbacoas, guisos de carne o migas. Del agua, ni rastro.