ERC ha mostrado su rechazo frontal a las propuestas de reforma que ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras el caso Pegasus. Ha prometido una nueva ley de secretos oficial y una reforma para reforzar el control del CNI, pero los republicanos han mostrado su insatisfacción. Esta implicará que se descuelguen de la Ley del Audiovisual que se deberá votar en breve.

El partido liderado por Pere Aragonès acusa a los socialistas de aceptar una enmienda de PP y Cs que versa sobre la definición de las producciones independientes y va en el sentido contrario a la pactada entre la formación catalana y Podemos. “Si no se vuelve al texto original, votaremos en contra”, ha exigido el diputado Gabriel Rufián.

Este movimiento puede tener poco recorrido. Si los de Alberto Núñez Feijóo aceptan dar su apoyo a la norma o se abstienen, los votos republicanos no serán necesarios. Los de Inés Arrimadas ya han avanzado que se abstendrán, como Bildu. En cualquier de los dos escenarios saldría adelante, aunque aún se desconoce cuál es la posición oficial de Podemos.

La Ley del Audiovisual fue el epicentro de la negociación de los presupuestos. Las transacciones pactadas entre ERC y el PSOE para garantizar la producción en catalán facilitó el apoyo de los catalanes a las cuentas públicas del ejercicio en curso, que se podrían prorrogar el año próximo y facilitaría que el Gobierno de coalición completase la legislatura.

Ahora, ERC está insatisfecha con las explicaciones de Pedro Sánchez sobre el espionaje y desempolva un nuevo frente.

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