El Prat, segunda ola
La actividad aeroportuaria fue una de las más afectadas por la pandemia de coronavirus. Miles de vuelos fueron anulados, el tráfico de viajeros cayó a límites nunca vistos y el impacto laboral de esta situación aún no se ha completado. La situación no mejora en esta segunda ola, especialmente ante la previsión del endurecimiento de las restricciones.
El aeropuerto Josep Tarradellas-Barcelona-El Prat es un buen ejemplo de este nuevo escenario del transporte aéreo. Apenas 50 vuelos despegarán de las instalaciones aeroportuarias de la capital catalana este martes y la terminal más concurrida de la infraestructura, de la T1, que están prácticamente vacía.
La foto que ilustra esta información ha sido tomada a las 9 de la mañana. Muestra la desolación de un aeropuerto vacío. Lo que eran corredores llenos de gente y tiendas hasta los topes hoy son espacios desiertos. Apenas resisten una decena de bares abiertos para poder atender a los escasos viajeros. Otros efectos de la segunda ola que no se prevén revertir en el corto plazo.