El sueldazo del propagandista 'indepe' Joan Maria Piqué
Si algo ha quedado claro en los últimos años de procés es que el independentismo cuida de los suyos debidamente. Aquellos personajes fieles a los líderes del movimiento no deben preocuparse por el peculio, pues siempre acaban cayendo de pie y encuentran un carguete bien remunerado al que aferrarse.
Es el caso de Joan Maria Piqué Fernández (Lleida, 1976), recientemente nombrado asesor de comunicación del consejero de Empresa y Conocimiento, el ínclito Ramon Tremosa.
Piqué Fernández siempre se ha caracterizado por su radicalismo desmesurado, en ocasiones con mayor intensidad que la demostrada por sus jefes. Ni siquiera su vinculación al Opus Dei le ha empujado practicar la caridad cristiana de la que tanto presume la Iglesia católica. Así, no ha dudado en sugerir la lucha armada para conseguir la independencia; en presionar desacomplejadamente a los medios internacionales durante el otoño de 2017 para que apoyaran la independencia de Cataluña; en atacar a la prensa por denunciar el sesgo independentista de TV3, y en cargar contra el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, por expresarse en castellano en sus redes sociales.
Pero, lo dicho, Piqué Fernández siempre ha tenido bien cubiertas las espaldas. Primero, como jefe de prensa de Artur Mas. Después, como colaborador de Carles Puigdemont. Y, posteriormente, como responsable de comunicación de Miquel Buch en Interior. Ahora, el periodista se ha recolocado con Tremosa, con una retribución correspondiente a "un puesto de funcionario/a del grupo A, nivel de destino 27.3, jornada y horario de dedicación especial, y complemento específico de 35.965,68 euros anuales", lo que supone un total de 69.979,32 euros brutos anuales, es decir, unos 5.000 euros mensuales.