Puigdemont, los malnacidos y los energúmenos
La vida lejos de casa no parece sentarle bien a Puigdemont. La publicación de la segunda parte de sus memorias demuestra que la lluviosa Bélgica le ha agriado el carácter.
Y es que, en el texto, el expresident fugado arremete de forma despiadada contra el líder del PSC, Miquel Iceta, al que califica de malparit (malnacido, en castellano).
Incluso el locutor estrella de RAC1, Jordi Basté, durante una entrevista de promoción del libro, ha alucinado con la virulencia del ataque de Puigdemont y le ha pedido explicaciones. Pero este apenas ha balbuceado excusas sin sentido, como que "los catalanes" utilizan ese insulto de forma, digamos, cariñosa.
Para acabar de rematar la faena, el dirigente nacionalista también ha embestido contra otro líder político catalán constitucionalista, el eurodiputado de Cs Jordi Cañas. En este caso, el improperio que le ha reservado es el de "energúmeno".
No hay duda de que la revolución de las sonrisas ha mutado en una estado de frustración, irritación y rabia permanente de difícil gestión por parte de los afectados.