La pugna política entre ERC y JxCAT, partido heredero de la extinta Convergència, se recrudece. Uno de los puntos de apoyo más importantes de los republicanos contra el partido neoconvergente es la lucha contra la corrupción, con epicentro en el Ayuntamiento de Sant Cugat.
El pleno del equipo de gobierno municipal --liderado por Mireia Ingla (ERC)-- aprobó hace unos días una moción en el que instaban a los herederos de CDC a devolver el dinero cobrado en comisiones de obra pública en los mandatos de Mercè Conesa y Carmela Fortuny, tal como asegura la sentencia del Tribunal Supremo en el conocido como caso Palau. Esto afecta directamente, entre otros, al consejero Jordi Puigneró, quien fuera concejal del consistorio de Sant Cugat y que ha decidido atacar a la actual alcaldesa como medida de defensa.
El conseller de Territorio y Sostenibilidad ha acusado a la republicana Ingla de "engañar" a los vecinos del municipio barcelonés con "mentiras y posicionamientos estériles". Todo ello, según Puigneró, para "desviar la atención sobre las carencias" de su actividad como primera edil. Esta acusación no ha pasado desapercibida para Ingla, quien ha pedido públicamente al consejero del Govern que muestre el debido "respeto insitucional" que se merece como alcaldesa. No sin aprovechar el momento para insistir en la necesidad de que los convergentes rindan cuentas: "Tal como dice la moción, desde el Ayuntamiento de Sant Cugat debemos exigir asumir responsabilidades políticas", ha zanjado.