En JxCat son expertos en tergiversar la realidad. Elsa Artadi aseguró ayer que la dramática situación de Cataluña con el coronavirus no se habría producido si la gestión dependiese exclusivamente de la Generalitat porque esta "habría confinado quince días antes". Lo que no acabó de concretar es si esa reclusión se hubiese decretado antes o después de la manifestación independentista de Perpiñán, ni si la consejera de Sanidad pinta algo --cuando apenas cuatro días antes de la declaración del estado de alarma aseguraba que "Cataluña no está en zona de riesgo"--. Sin olvidar tampoco la foto que colgó la portavoz Budó en una fiesta en aquellos días en los que ahora dice la Generalitat que había que estar encerrado. Una foto en la que, por cierto, aparece la esposa del jefe de Gabinete de Torra con algo muy parecido a un gintonic. ¡Todo queda en casa!
Esta misma semana, Budó y el presidente de la Cámara de Barcelona, Joan Canadell, recuperaron el discurso del España nos mata. La primera, asegurando que en una Cataluña independiente se habrían registrado "menos muertos" por el Covid-19, y el segundo lanzando la afirmación de que "España es paro y muerte". Un gran planteamiento que nos ha abierto los ojos. Parece que los parados catalanes, son españoles, como los fallecidos en las residencias. Una suerte de infiltrados con el objetivo de acabar con el poble y la llengua catalana.
De igual forma, Torra ha soltado sin inmutarse que es partidario de una reclusión más radical, al tiempo que defiende los paseos de los menores. Por no hablar de los líos que ha montado con las mascarillas: desde una supuesta conspiración por las 1.714.000 unidades enviadas por el Gobierno, hasta las promesas de reparto de millones de mascarillas gratuitas que no fueron tales y que colapsaron las farmacias. Un fiasco total. Pero seguro que la culpa es de Madrit.
Torra y los suyos insisten en su plan de desescalada del encierro. Exigen al presidente Sánchez que deje que la Generalitat haga las cosas a su forma. Porque lo hacen mejor. Y si no, observen a Laura Borràs y Míriam Nogueras, líderes de JxCat en el Congreso, haciéndose selfis mejilla con mejilla en plena pandemia, pese a los llamamientos a mantener la distancia social. Sí señor, todo un ejemplo de conducta razonable.