La monja Pilar Rahola
La activista y tertuliana Pilar Rahola le ha ajustado las cuentas a Màrius Carol en los mismísimos micrófonos de RAC1, la radio del Grupo Godó, del que La Vanguardia es el buque insignia.
Carol, que suele asistir a las tertulias de El perquè de tot plegat que dirige Jordi Basté, no ha acudido este lunes, justo el día que cesa como director del diario. Rahola ha repetido en dos ocasiones que no había ido porque estaba deprimido... por lo del Barça, en supuesta referencia a la derrota de los culés en Madrid, cuando Basté ya había explicado que se tomaba una semana de descanso y que el lunes próximo volvería a la radio.
A nadie se le ha escapado que Rahola se vengaba con esos dos pellizcos de monja del ya exdirector de La Vanguardia porque hace unos meses desplazó su columna de las páginas más nobles del rotativo a la segunda parte, después del cuadernillo del Vivir. Un gesto que todo el mundo interpretó como un distanciamiento en toda regla.
La periodista, que hasta hace poco también era la estrella (cobrando una buena cantidad) de 8TV, la televisión de Godó, además del diario y la radio, utiliza sus colaboraciones en el grupo para transmitir los mensajes de Carles Puigdemont, de la misma forma que antes lo hacía con Artur Mas.
Este fin de semana usó su columna en La Vanguardia para enviar un recado a Mas antes de que llegara a Perpiñán: si quieres ser alguien en el mundo indepe del futuro, ponte a la cola y obedece. Quim Torra es el ejemplo a seguir, decía entre líneas. Ella conoce muy bien a Mas, no en vano escribió un libro-panegírico, una biografía, previa a sus últimas elecciones: La máscara del rey Arturo, el enigma de Artur Mas.