La operación judicial contra el presunto fraude en las subvenciones concedidas por la Generalitat a través de la Secretaría General de Deportes ha recuperado la figura de Gerard Figueras para la primera plana de la actualidad, debido a su detención junto a otros tres cargos del PDeCAT.
El dirigente nacionalista ha tratado de cultivar un perfil público discreto durante toda su carrera política, aunque no siempre lo ha conseguido. De hecho, se hizo famoso durante el asedio de los indignados al Parlament de Cataluña en junio de 2011. Figueras --que entonces era diputado autonómico por CiU y presidente de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC), la rama juvenil de CDC-- fue uno de los muchos parlamentarios que pasaron serias dificultades para llegar a la sede de la cámara autonómica.
Las imágenes de un jovencísimo Figueras --entonces tenía 28 años-- desorientado, corriendo y pidiendo ayuda ("Auxili! Auxili!", gritaba desesperado) al verse rodeado de grupos de indignados que le abucheaban e insultaban, corrieron como la pólvora.
Días después del mal trago vivido con los antisistema, el también concejal de Vilanova i la Geltrú fue cazado por los Mossos d'Esquadra conduciendo su coche a 165 kilómetros por hora por la AP-7 y sin puntos en el carnet. Y es que 2011 no fue un buen año para el ahora investigado por los delitos de malversación, prevaricación y tráfico de influencias.