Los dolores de cabeza a Pablo Iglesias se le acumulan. La investidura fallida fue un duro varapalo para la estrategia del líder de Podemos. El PSOE de Pedro Sánchez le aguantó el pulso y sus expectativas de formar un gobierno de coalición se desvanecieron. Tanto es así, que las voces en Podemos a favor de facilitar una investidura cerrando solamente un acuerdo programático están creciendo, hasta llegar, nada más y nada menos, que a la mitad del grupo parlamentario morado.
Con el común denominador de evitar unas elecciones se están agrupando los seis diputados de Izquierda Unida, los siete de los Comunes catalanes, uno de Equo y siete andaluces, que no forman parte de Izquierda Unida. En total, 21 diputados morados están apretando al líder del partido para que ceda y evite una confrontación electoral que podría ser letal para los morados.
El CIS, como siempre muy criticado pero que acertó los resultados del 28A, no les da buenas perspectivas y, lo que es peor, apunta que el PSOE sale fortalecido de todo este proceso. Según marca la macroencuesta, los socialistas podrían situarse por encima del 40% del voto directo, lo que podría traducirse en un 33% del voto emitido y unos 135 diputados. Si se mira la otra cara de la moneda, el desastre tendría color morado que podría pasar de sus 42 actuales a poco más de la veintena. No es de extrañar que con estos datos, la mitad del grupo de Iglesias le pida cordura y un pacto con los socialistas aunque sea sin entrar en el Gobierno. El precio a pagar es asumible porque no habría elecciones.