Los cambios que el PSOE y el PP han pactado en el Tribunal Supremo han vuelto a trastocar el calendario del juicio a los dirigentes independentistas. El hecho de que Manuel Marchena, ponente y presidente de la sala, pase a ser el presidente del alto tribunal provoca un cambio en la composición de la sala que debe juzgar a los dirigentes independentistas.
El nuevo tribunal será presidido por Andrés Martinez Murrieta cercano a posiciones progresistas al igual que cuatro de los seis magistrados del tribunal. Pero más allá de estos cambios, los tiempos van a cambiar. La vista preliminar se desarrollará como pronto en enero y no en diciembre como estaba previsto. Por tanto, el juicio oral no empezará hasta febrero como apuntan fuentes de toda solvencia. O sea, que la sentencia tiene todos los números para que se haga pública después de las municipales, autonómicas y europeas.