La misa de la Mercè tuvo un recuerdo especial para los presos, pero para los presos en general, no sólo para los políticos presos. Las alusiones a los reos del cardenal Juan José Omella no resultaron, por tanto, polémicas. Se da la circunstancia de que se cumplen este año los ocho siglos de existencia de la orden de los Mercedarios, dedicados a la asistencia y el consuelo espiritual de la población reclusa. Muy mermados en la actualidad, son 25 religiosos de la orden los que ejercen en las prisiones de toda España.
La festividad de la Mercè también sirvió para congregar en los mismos espacios a un nutrido grupo de exalumnos de los Jesuitas de Sarrià encabezados por el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra. El exalcalde Xavier Trias, los populares Alberto Fernández y Javier Mulleras, el exsocialista Jordi Martí, el socialista David Modoll, y Juanjo Puigcorbé, entre otros, formaban la representación del colegio. A pesar de haber compartido patio y recuerdos de infancia, el ambiente entre la mayoría de ellos era gélido. No hubo abrazos ni apretones de mano.