La indisposición de Colau
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sufrió una indisposición el pasado viernes y se tuvo que ausentar durante la mayor parte del pleno municipal. Afortunadamente, no fue nada grave. En algunos corrillos de concejales se especuló con la posibilidad de que la primera edil de la Ciudad Condal vuelva a estar en estado de buena esperanza.
Hay quien da por seguro que Ada Colau no tiene intención de volver a presentarse a la alcaldía, por lo que un hipotético embarazo no supondría ningún problema de orden político para quien afronta el tramo final del mandato con mucho menos apoyo popular.
Su irrupción en la política municipal fruto de su activismo contra los desahucios no se ha traducido en una mejora de los parámetros relativos al acceso a la vivienda. Se ha formado una burbuja en el mercado de alquiler que expulsa de la ciudad y sin remisión a decenas de miles de ciudadanos, las viviendas de los bancos y fondos buitres del Raval se han convertido en narcopisos y los precios de los pisos vuelven a resultar disuasorios. El balance en la materia es tan negativo que Colau, Pisarello y Asens han perdido mucho crédito entre sus potenciales votantes.