La incomoda sombra de Adell sobre Fainé en el congreso de CEDE
El congreso anual de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), entidad que lidera desde su nacimiento el presidente de la Fundación Bancaria La Caixa y de Gas Natural, Isidro Fainé, ha vuelto a servir de marco para que el economista Ramon Adell pasee ante la flor y nata del empresariado español y sus principales ejecutivos las eventuales buenas relaciones que mantiene con el banquero.
Adell es vicepresidente de CEDE e intenta ser uno de los personajes destacados de la reunión anual que se celebra este año en Alicante (XVI Congreso de Directivos), con más de dos millares de asistentes, en lo que los organizadores consideran un éxito de convocatoria. Adell, habitual intrigante entre la clase empresarial catalana, se ha desplazado al congreso en compañía de su esposa, la fiscalista Montserrat Trapé, a quien se le atribuye ser la arquitecta de la hacienda que el independentismo catalán preparó para la fallida secesión.
Adell y Trapé colaboran en sus negocios con el independentismo catalán, pese a formar parte de instituciones que no lo son. Él, vicepresidente y aspirante a la presidencia de la patronal Foment del Treball; ella, en tanto que socia directora de KPMG en Barcelona.
En los corrillos del congreso de CEDE en Alicante los empresarios cambian de conversación cuando se aproxima Ramon Adell Ramon (se le apoda el El capicua), a quien reprochan ser el hombre que se vanagloria de su proximidad y buenas relaciones con Fainé, lo que le lleva a mantener ante ellos una actitud petulante y altiva, según relatan algunos de los asistentes.
Fainé, a la izquierda, camina junto al ministro de Economía, Luis de Guindos, en el congreso CEDE
El propio todopoderoso Fainé comienza a sentirse hastiado de los múltiples chascarrillos que ejecutivos y empresarios de toda España le hacen llegar sobre los comentarios y las jactancias del economista. “Intenta darse jabón desacreditando al resto de personas y haciendo circular infundios”, asegura uno de ellos. “Dudo de que Fainé le deje actuar como su sombra si realmente fuera consciente de cómo utiliza la pertenencia a la misma organización”, sentencia otro.
En ese contexto de opiniones, Adell ha comenzado a convertirse en un incómodo compañero para Fainé en actos públicos y una figura que genera más animadversión que proximidad entre el mundo empresarial.