Manifestantes ante la sede del PSOE en Madrid para apoyar a Pedro Sánchez, en una imagen de archivo / EFE

Manifestantes ante la sede del PSOE en Madrid para apoyar a Pedro Sánchez, en una imagen de archivo / EFE

En voz baja

"No es no" a Susana Díaz

24 febrero, 2017 19:39

Una fuente muy próxima a la investigación judicial del llamado caso de los ERE que, a la vez, está directamente relacionada con las más altas esferas del poder en el PSOE de Andalucía, señala, con datos en la mano, que los seguidores de Pedro Sánchez aumentan entre la militancia de aquella comunidad. Susana Díaz lo sabe, lo nota y se lo hacen notar. La presidenta y precandidata anda con el paso cambiado. Contrariada. Nerviosa.

Alguien le está segando la hierba bajo los pies en su propio jardín. Y lo sabe... pero no sabe que es ella misma.

Su capital político, sus dos grandes agarraderos, son la militancia y el aparato de cuadros directivos y cargos públicos vinculados con el partidos en las instituciones de las ocho provincias andaluzas. Sabe que, de forma incondicional --por el momento--, sólo puede contar con los segundos, verdaderos estómagos agradecidos. Los primeros, la militancia, se encuentran inmersos en un profundo proceso de transfuguismo hacia el "no es no", según esa privilegiada fuente consultada por este medio.

Se dice, incluso, que importantes prohombres del PSOE andaluz, encabezados por el propio Chaves, tratan o van a tratar de disuadir a Díaz de presentarse como candidata a la secretaría general de PSOE. Esos barones socialistas ven irreversible la victoria de Sánchez y están dispuestos a ofrecer a la matriarca Susana Díaz el apoyo de ese lobby a la candidatura de Patxi López a cambio de que la presidenta andaluza dé un paso atrás y no haga el ridículo, que a nadie conviene, tampoco a los barones del PSOE andaluz que no la soportan.

Esa fuente es de la opinión de que, si la presidenta andaluza hace caso de esos barones, salvará los muebles, efectivamente, pero en todo caso, ya ha perdido: si se presenta y pierde, habrá hecho de sí una fracasada, la peor enfermedad que puede contraer un político ambicioso; si no se presenta, y por lo tanto no gana, se hará evidente una timorata prudencia no falta de cobardía. En uno u otro caso, Sánchez habrá tomado nota y la dueña del cortijo andaluz quedará empequeñecida, estigmatizada y puesta en evidencia.

Como diría el general Patton, no es suficiente con ganar al enemigo, hay que aniquilarlo. ¿Verdad Susana? ¿Verdad Pedro?