Piqué deja de ser apto para la publicidad de las grandes marcas
El interés y la implicación del futbolista del Barça Gerard Piqué en política empieza a pasarle factura a su bolsillo. El jugador, internacional con la Roja, ha dejado de interesar a las grandes marcas por sus manifestaciones favorables al derecho a decidir que exige un sector del pueblo catalán. Los expertos del sector publicitario coinciden en que Geri –su apodo en el vestuario— lo tiene todo para triunfar con su imagen, pero no lo hará porque las firmas comerciales, especialmente las que tienen intereses en España y a nivel global, ven con recelo una asociación con él por el qué dirán.
Piqué nunca ha manifestado abiertamente su ideología política. Ante las críticas por su defensa al derecho a decidir se limita a decir que siempre se ha partido la cara –literalmente— por la selección española. Los publicistas, sin embargo, consideran que son palabras que polarizan y eso en ningún caso es bueno para las marcas. Otras fuentes muy conocidas dentro del sector afirman desde el anonimato que el 3 azulgrana está politizado por ser un defensor a ultranza del movimiento independentista. Pocas compañías con intereses que traspasen las fronteras catalanas quieren ofrecer un contrato a Gerard por miedo a un boicot en redes sociales.
Los mismos expertos también advierten de que el enquiste de Piqué puede arrastrar la carrera de su pareja, la cantante Shakira, ya que el mercado latino está muy dividido entre Barça y Real Madrid y las rivalidades que allí se suceden son comparables a las que se viven en España. Las marcas para las que ha trabajado Gerard, por su parte, no responden a preguntas o se limitan a argumentar que fueron colaboraciones puntuales. Los publicistas ya hablan del futbolista como que “era” una joya para el marketing (buen profesional, jugador del Barça, atractivo, con estilo, pareja de Shakira).
Los grandes futbolistas pueden ingresar más por publicidad (como David Beckham) que por su profesión deportiva. Los expertos opinan que este hubiera podido ser el caso de Piqué y Shakira si el jugador fuera más discreto en la cuestión política.