El problema del vestuario del Barça con Setién y Eder Sarabia
La sintonía entre la plantilla y el cuerpo técnico es cada vez menor
30 junio, 2020 17:15Quique Setién llegó al Barça, el pasado mes de enero, prometiendo buen juego, y que apostaría en cada partido por los jugadores que más trabajasen, y más lo merecieran. Sin embargo, seis meses después ya ha quedado de manifiesto la incapacidad del técnico azulgrana de sobreponerse a la influencia de algunos pesos pesados de la plantilla.
Pese a que despertó la ilusión del barcelonismo con su apuesta Cruyffista, y su confianza en la cantera, la realidad es que la presión le ha podido, sobre todo a la hora de confeccionar las alineaciones. En los primeros encuentros tras el confinamiento, se ha podido ver al Barça más Valverdiano: con músculo en el centro del campo, poca intensidad y ganas, y con una columna vertebral demasiado definida.
Quique Setién y Eder sarabia durante un encuentro /REDES
Y es que en el FC Barcelona mandan los jugadores. Es evidente. La jerarquía de sus estrellas hace inviable poder tomar decisiones, sin tener que sufrir repercusiones dentro del vestuario. Lo que ha llevado también a un obsesionado por su estilo, como el técnico cántabro, a ceder por el poder de la plantilla.
La cúpula azulgrana, con Josep María Bartomeu a la cabeza, quiso mostrar al santanderino todo su apoyo de cara al final de curso. No obstante, con algunos de los jugadores en contra de sus principios y planteamientos, es cada vez más difícil que siga el curso que viene en el banquillo del Camp Nou.
El problema de los jugadores con Setién y Sarabia
Es innegable que el staff de Quique Setién no ha conseguido ganarse la confianza de algunos de los pesos pesados del vestuario. Un hecho evidente en una de la pausas de hidratación contra el Celta, donde Messi y Luis Suárez ni siquiera se dignaron a escuchar las indicaciones del cuerpo técnico.
Días después, parte de la plantilla se disculpó con Setién por su comportamiento. No obstante, este perdón tampoco acabó con el verdadero problema de fondo: la falta de sintonía entre técnicos y jugadores. En concreto, según avanzó el periodista de El País, Ramon Besa, hay algo que molesta especialmente al vestuario del técnico azulgrana: sus ruedas de prensa.
Quique Setién en rueda de prensa / EFE
En la época de Valverde en el banquillo del Camp Nou, la mayoría de jugadores ni siquiera estaban pendientes de las declaraciones del Txingurri a los medios de comunicación. Sabían que no habría demasiadas novedades. En cambio, con Setién se han dado cuenta que habla sin pelos en la lengua, e incluso se atreve a atacar públicamente a miembros del equipo, como pasó con Arthur.
Lo que ha provocado que la plantilla esté cada vez más atenta a las ruedas de prensa del cántabro, ya que consideran que da demasiadas explicaciones sobre temas que no debería hacer públicos. Lo que es evidente es que el distanciamiento es cada vez mayor. Y sin el apoyo de los futbolistas, es muy difícil ser entrenador del Barça.