Así fueron los desajustes defensivos que desnudaron al Barça en el Wanda
Ronald Koeman apostó por marcajes individuales que fueron fácilmente superados
4 octubre, 2021 09:42El FC Barcelona se vio totalmente superado por el Atlético de Madrid (2-0). Fueron dos goles y daba la sensación de que podrían haber sido muchos más si los locales los hubieran necesitado. Los culés tocaron el balón y firmaron unos buenos primeros minutos, pero volvieron a naufragar en defensa.
A lo largo del partido se produjo el mismo error una y otra vez. Ronald Koeman apostó por una defensa de cuatro --Mingueza, Araujo, Piqué y Dest-- y un sistema de marcaje individual, algo que no salió correctamente como se pudo ver. Cuando se creaba una superioridad por una acción individual, se dieron ocasiones.
Fue habitual ver como Óscar Mingueza saltaba a buscar a Ferreira Carrasco, carrilero por la izquierda. Joao Félix, uno de los dos puntas, se abría a la espalda del lateral derecho. Allí saltaba Ronald Araujo dejando una autopista por el medio de la zona defensiva, donde Gerard Piqué estaba emparejado con Luis Suárez y entraba a placer Thomas Lemar.
Los dos goles, un mismo patrón
El primer gol colchonero se aprovechó de este desajuste. Una buena acción de Joao Félix para superar al central uruguayo con un toque veloz y sutil hacia adentro. Ni Sergio Busquets ni Nico González seguían a Lemar, que se aprovechaba de los espacios para romper al espacio. Esto obligó a retroceder a Piqué y no ir a por Luis Suárez, que estaba en la mediapunta. Entonces cogía el balón el uruguayo, libre de marca, lo filtraba al francés y este no fallaba dentro del área.
La acción del primer gol del Atlético contra el Barça / Movistar Plus
El segundo tanto fue otro clásico: al contragolpe. Otra vez tenía como protagonistas los tres mismos jugadores. El luso, emparejado con Ronald Araujo, habilitaba rápidamente al delantero francés del Atlético, que rompía las líneas solo y sin persecución. El 3 del Barça era el único que cerraba ante un dos contra uno. El pase le llegó al charrúa, que definió a placer delante de Marc-André Ter Stegen.
Sin corrección
Sorprende que, ante estos errores tácticos tan evidentes, Ronald Koeman no pusiera solución al instante. Los azulgranas seguían marcando hombre a hombre, viéndose claramente superados. Cuando los delanteros colchoneros podían levantar la cabeza y pensar, era ocasión clara para los locales.
Una defensa zonal, poner un tercer central o centrar la posición de Mingueza para que echara una mano a Piqué y Araujo eran tres posibles soluciones, pero ninguna de ellas se puso en práctica. Siguió el equipo naufragando, mostrando una imagen muy vulnerable y sin transmitir ningún tipo de seguridad.