Espesa victoria del Barça contra la Real Sociedad que deja la Liga a seis puntos
Los azulgranas vencen a la Real Sociedad en un partido descafeinado y falto de intensidad y acercan el alirón a dos partidos
20 abril, 2019 22:37Nueva victoria azulgrana para acercar la Liga. (2-1) Esa es la conclusión final que se extrae de un partido espeso, descafeinado y con una falta de intensidad notable ante un equipo que tiene la mente y casi los pies puestos completamente en Champions. El Barça tuvo que recurrir a otros recursos para superar a una Real Sociedad más vulgar de lo habitual que no bajó los brazos, pero que tampoco tuvo una pegada ofensiva para poner en jaque a la defensa azulgrana.
Tan solo un error permitió a los vascos igualar el encuentro tras el tanto de Lenglet. Un gol que Jordi Alba se encargó de devaluar dos minutos más tarde tras poner al Barça de nuevo por delante en el marcador. Los azulgranas continúan líderes, suman otra victoria para acercar el título antes de medirse al Liverpool --objetivo prioritario-- y ahondan en la incertidumbre de la Real Sociedad que está en tierra de nadie y pensando en la próxima temporada.
Espesos
Era la primera de tres finales antes de poder cantar el alirón con seis jornadas por delante --ahora cinco--, pero el duelo ante el Manchester United pasó factura. Casi los mismos héroes de la clasificación ante los red devils saltaron al verde del Camp Nou en un partido de vital importancia tras la victoria del Atlético de Madrid.
Mantener la distancia con una Liga sentenciada, pero todavía por ganar parecía un objetivo más perezoso que inspirador. La mente continúa en Champions con vistas al Liverpool y se notó. Poca fluidez en el juego ante una Real Sociedad que tampoco presentó un juego excelso y que quiso realizar transiciones extremadamente rápidas para Willian José que tan solo pudo resignarse.
Descafeinados y con un juego muy poco vistoso el Barça encontró premio casi al final de la primera parte. Jugada ensayada en un córner para calentar motores en Champions. Lenglet se elevó por encima de dos defensores para celebrar su primer tanto como azulgrana en Liga.
Una foto de Lenglet y Rakitic celebrando el gol del francés / EFE
Un cabezazo imparable para Rulli que dejó helada a una Real que vio todo su esfuerzo reducido a cenizas antes del pitido previo al descanso.
Relajados
Un tanto que puso del lado azulgrana la balanza, pero que no fue definitivo. La Real no bajó los brazos y mejoró en el juego. Advirtió Sangalli, respondió Dembelé y culminó el intercambio de golpes Juanmi. Merino vio el desmarque y dejó solo al realista ante Ter Stegen que no pudo hacer nada por evitar el tanto. Con media hora de juego, el empate despertó al Barça.
Una jugada de perfil diestro y muy de Messi pero que culminó el zurdo Jordi Alba. El lateral dejó un golazo para el recuerdo con una definición con su pierna menos hábil que ni la estirada del cancerbero argentino pudo evitar. Volvieron a estar por delante en el marcador y el Barça cambió el guión.
Una foto de Jordi Alba celebrando su gol ante la Real Sociedad / EFE
Se hizo con el encuentro. Busquets tuvo un efecto inmediato tras su entrada, así como Coutinho, que pese a su gran actuación ante el Manchester United, levantó algunos silbidos de algunas zonas de la grada. Rakitic tuvo dos claras, Suárez marcó pero el linier señaló el fuera de juego, y el Barça tuvo ocasiones claras para matar un partido que estuvo vivo hasta el final.
Tres puntos y a seguir
Un partido importante del que la mejor noticia son los tres puntos y la impecable asistencia de la afición al estadio. Más de 75.000 espectadores para apoyar a un equipo que encara el tramo final de la temporada con la Liga casi sentenciada a falta de cinco jornadas y todas las ganas, los recursos y esfuerzos centrados en Europa.
El Barça venció con menor intensidad, inspiración y ritmo, pero supo sobreponerse a la ausencia de Messi en su esplendor, el acierto de Suárez y la fluidez de una medular de la que destacó por encima de todos, Arturo Vidal. Se dejó el alma en cada balón y salió ovacionado de un estadio que cada vez entiende mejor que su perfil no es Barça, pero es tan necesario como otro cualquiera.