La actitud más ejemplar de Piqué durante el clásico
El central catalán defendió a su amigo Sergio Ramos de la grada
19 diciembre, 2019 20:45Gerard Piqué fue una de las noticias positivas del FC Barcelona en el clásico. Como ya sucediera en Anoeta, el central azulgrana estuvo imperial durante los 90 minutos. Después de unas semanas en las que su rendimiento se puso en entredicho, el futbolista catalán ha recuperado su mejor versión y ha demostrado que sigue siendo imprescindible en el equipo.
Fue el mejor aliado de Marc-André Ter Stegen. Sacó un remate de Casemiro sobre la misma línea de meta, desvió decenas de centros laterales de los blancos y se interpuso en el camino de varios disparos. Estuvo rápido, atento al corte y no se complicó en la salida del esférico. Si los de Valverde salvaron un punto fue, en gran parte, gracias a él.
Ejemplar
Piqué estuvo magistral en el aspecto deportivo y también en el extradeportivo. Este jueves, El Golazo de Gol sacó a la luz unas imágenes en las que se puede ver al central del FC Barcelona pidiendo a los aficionados que cesaran los insultos sobre Sergio Ramos, su compañero en la selección durante casi una década.
Gerard Piqué pide que dejen de insultar a Sergio Ramos EFE
La grada del Camp Nou estaba llamando al camero "hijo de" tal. Cuando el zaguero catalán oyó y detectó de dónde procedían los insultos, miró al público y con la mano les hizo un claro gesto de que pararan. Y los seguidores hicieron caso a su ídolo.
No es la primera vez que Piqué pide a los aficionados que dejen de insultar a Sergio Ramos. Ya ocurrió en el clásico de la pasada temporada, que acabó 5-1. Entonces, el gesto del central fue inconfundible: movió el dedo índice y dejó bien claro a la afición que no había que faltar el respeto al del Real Madrid.
Amigos
Sergio Ramos y Gerard Piqué han pasado de tener una relación de "respeto", como reconoció el camero en una entrevista hace años, a una de amistad. Con el paso del tiempo, ambos han sabido diferenciar la rivalidad entre FC Barcelona y Real Madrid a su relación personal. Y eso les ha beneficiado.
Sergio Ramos y Gerard Piqué con la selección española / EFE
En los inicios de esta década protagonizaban discusiones clásico sí, clásico también. En 2011 era impensable que Piqué pudiera llegar a pedir respeto por Ramos. Ahora se ha convertido en algo habitual. Son el mejor ejemplo de que hay vida más allá de FC Barcelona y Real Madrid.