Tarjeta roja: Pau Cubarsí

Pau Cubarsí madura a base de castañas. El central de 18 años ha lucido especialmente con una salida de balón privilegiada, pero tiene asignaturas pendientes en tareas defensivas. En el Barça-Atlético de Madrid (3-1), acusó especialmente la marcha de Iñigo Martínez. Desde la marcha de su mentor, el central de Estanyol se ha amilanado en esta temporada 2025-26. El defensor vasco aportaba el equilibrio perfecto entre inteligencia y contundencia, y al canterano azulgrana le ha quedado grande la herencia de liderar la retaguardia.

En el último triunfo sobre el conjunto colchonero, la promesa culé volvió a despistarse en principios innegociables como la línea del fuera de juego. En primer lugar, en el gol de Álex Baena que abrió la lata, la perla de la Masía titubeó una milésima de segundo en el círculo central y no dio a tiempo el paso adelante para alinearse con sus compañeros de zaga. El extremo rojiblanco recibió completamente solo a campo abierto con un latifundio a la espalda de los defensores, habilitado por Cubarsí.

Despistado y retratado

Antes del descanso, tras el empate anotado por Raphinha, el zaguero catalán reincidió en sus errores y dio una cesión más propia de un enemigo a Joan García. El defensa bajó el balón con la cabeza en dirección al área, pero su intento de pase se quedó a medio camino. La rauda salida del guardameta de Sallent interceptó el remate fuera del área cuando Baena ya se relamía. 

Pau Cubarsí pugna por un balón aéreo con Álex Baena en el Barça-Atlético de Madrid EFE

No hay dos sin tres, y Pau volvió a aparecer retratado en la fotografía de la ocasión más clara del Atleti en la segunda parte. Thiago Almada pilló la espalda nuevamente a su marcador para recibir un pase en profundidad. Aunque Cubarsí se lanzó al césped para rebañar el balón, solo se llevó un puñado de césped. El extremo argentino se dirigió hacia portería y en su senda hacia portería, con el canterano de la Masía ya vencido, también superó a Gerard Martín, Alejandro Balde y el guardameta. Solo la fortuna y un mal giro de tobillo evitaron que la carrera terminase entre los tres palos. La suerte libró al central de que su fallo volviese a resultar decisivo.